En todas las épocas los seres humanos hemos especulado sobre el futuro y cómo los avances tecnológicos afectarán nuestra sociedad.
Hemos soñado con autos voladores, robots, piezas de software o androides que vuelvan más cómodos todos los procesos y tareas cotidianas que a veces nos parecen tediosas; sin duda, esperamos que la tecnología facilite nuestras vidas.
Aquí es donde entra Black Mirror, una serie británica estrenada en 2011, que con sólo 13 capítulos se ha convertido en un fenómeno global debido a su narrativa y a la representación de ‘deshumanización‘ de la sociedad debido a la tecnología.
Esta serie ha decido explorar el dark side de la tecnología. El título de Black Mirror hace alusión a la pantalla apagada de un smartphone, tablet o monitor, un espejo oscuro omnipresente en todas las oficinas, hogares e incluso en la palma de nuestras manos, que muestran el reflejo de una sociedad enajenada, un lado siniestro, inmoral e incómodo a través de la paradoja tecnológica de nuestros tiempos.
Todo tiene un precio
Nos hemos pasado décadas imaginando cómo será el futuro, pero ¿qué pasa cuando el futuro nos ha alcanzado? Cada capítulo revela uno de los probables panoramas de un futuro no muy lejano, tomando en cuenta los presentes avances y tendencias tecnológicas.
Toma elementos de nuestro presente y los moldea bajo una perspectiva donde las pasiones y la naturaleza humana son la clave que reinventa a la sociedad: redes sociales acechando nuestros pasos, internet of things dominando nuestros pensamientos, la vida eterna en Cloud, el rating personal en una app… Todos los sueños y pesadillas modernas están condensadas en cada temporada.
S3 E1 of #BlackMirror is frighteningly close to where our society is headed. (like this if you know what I mean)
— Dave Navarro (@DaveNavarro) November 7, 2016
“El capítulo uno de la temporada 3 de Black Mirror es aterradoramente cercano hacia donde se dirige nuestra sociedad. (dale like a este tuit si sabes a qué me refiero)”
Cuando la realidad supera la ficción
Aunque esta serie ya contaba con millones de fans alrededor del mundo, en las últimas semanas ha cobrado nuevos adeptos por el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. La realidad una vez más ha superado a la ficción, Este no es un episodio. Esto no es Marketing. Esto es la realidad afirmó en sus redes sociales la serie.
This isn't an episode. This isn't marketing. This is reality.
— Black Mirror (@blackmirror) November 9, 2016
Trump ganó las elecciones presidenciales y lo que más nos impactó fue la coincidencia con uno de los episodios. Utilizando la misma estrategia de desprestigio, prepotencia y violencia que Waldo. (Personaje animado que con insultos y data logra quedar en el tercer lugar de un cargo político en uno de los capítulos).
La tecnología muestra su lado oscuro
La tecnología, al igual que el poder, es una gran responsabilidad que tenemos en nuestras manos (según el uso otorgado). La tecnología está al servicio de todos nosotros para cumplir cualquier propósito, procuremos que sea para el crecimiento, evolución, bienestar y no para nuestra enajenación y destrucción.
A pesar de que la trama de la mayor parte de las historias suceden en el ‘futuro’, es probable que en 10 años ya estemos ahí. Si queremos evitar una representación como la de la serie, depende enteramente de nosotros.
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