¿Te ha pasado que tú o tus directivos quieren tener una reunión semestral para elegir la estrategia que seguirá la empresa?
Cambiar de estrategia constantemente puede demostrar que entiendes que el negocio se mueve y necesitas adaptarte a él con velocidad, lo que demuestra que eres una empresa magra o lean. El problema de estos cambios es que puede hacer que los empleados pierdan el rumbo debido a los constantes cambios y aún más peligroso, puede hacer que tus clientes dejen de entender qué vendes, o peor aún, piensen que tu negocio es voluble porque cambias de rumbo a cada cuarto, semestre o año.
Para dejar de hacer cambios drásticos en tu manera de operar y dejar de parecer que das tumbos en el mundo empresarial, quiero darte estos tres motivos para cambiar de estrategia, de esta forma podrás generar una cultura de adaptación a las necesidades del mercado sin parecer que no encuentras tu lugar en el mundo:
Cuando tu empresa sobrepasa tu estrategia
Existe un momento en que todas las empresas, en su curva de crecimiento alcanzan un estancamiento del cual les es imposible salir, aún cuando aumentan su nivel de producción, el negocio no aumenta sus ingresos.
Síntomas: Cuando una empresa alcanza este límite, sus ingresos muestran pequeños picos a la alza que no pueden ser mantenidos por mucho tiempo, el tiempo de entrega de productos se alarga, la satisfacción del cliente se deteriora y la rotación de personal aumenta, debido a que aumenta la presión sobre ellos.
Lo anterior ocurre cuando el negocio llega a su límite de capacidad, por lo que no puede escalar más, es en ese momento en que necesita un cambio en su modo de operar o en su estructura.
Ejemplo de esto son las empresas que deciden contratar un servicio de outsourcing para eliminar algún área de trabajo y tener mayor capacidad de operación.
Cuando tu producto cambia las reglas
Cuando Apple lanzó el iPhone en el 2007 y se convirtió en el producto que revolucionó el mercado de la telefonía, tuvo que adaptar sus estructuras internas para impulsar el desarrollo del nuevo producto y destinar recursos de otros productos menos exitosos para sostener su éxito.
Cuando la competencia cambia las reglas
Este es quizá el motivo más urgente por el que una empresa debe cambiar su estrategia y es cuando se encuentra del otro lado del tsunami digital.
Volviendo al ejemplo de Apple, cuando lanzó el iPhone, su competencia tuvo que adaptarse y cambiar la forma en la que hacían sus productos y su estrategia o morir arrazados por el cambio digital que trajo, lo cual hundió a varias empresas y otras siguen agonizantes con un Jetlag Digital muy marcado.
Estos son tres motivos por los cuales una empresa debe pensar en cambiar su estrategia y comenzar una transformación en su estructura, forma de operar y su cultura.
Si quieres conocer cómo comenzar un cambio en tu estrategia, comienza con la transformación digital de tu empresa, descubre cómo hacerlo suscribiéndote a nuestro Newsletter o descarga La Revolución Horizontal.
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