Al observar la capa de empleados a mi alrededor (y me incluyo), me pregunto en simulacro de soliloquio: ¿Qué incentivos tiene uno de estos bichos en Latinoamérica para seguir queriendo innovar o emprender?; la respuesta a la que llego sin pasar GO y cobrar $200, es absolutamente ninguno. De ahí, que la gran potencia de emprendedores de Latinoamérica sea Argentina (tema de otro post), y todos esos emprendimientos sean LLC’s que le den una garantía legal más clara al emprendedor de lo que puede llegar a pasar… además de lo obvio.
De modo que las reglas del juego para contratar personas en esta región son muy similares a las de un matrimonio regido por el Distrito Federal de MX – si la cagas escogiendo te va a salir caro y será doloroso- . Condiciones que frecuentemente matan a un emprendimiento, que debe estar enfocado en completamente otros temas propios de la primera ola de crecimiento (o segunda), de una empresa sana y bien encaminada cumplir sus objetivos.
El método es perverso: te contrato y tengo tres meses para desvincularte al menor costo posible, si no lo hago en ese período tengo que amputarme el abrazo y cortarme una ceja para poder despedir al individuo, que dicho sea de paso, conoce estas condiciones a la perfección y en la gran mayoría de los casos las utiliza para sacar la mayor ventaja legal y económica posible. Esto es lo que está en el seno de nuestro proceso de emprender… linda limitación para armarme de valor y empezar mi propio negocio.
Es cierto que estas leyes fueron creadas en el espíritu de proteger a empleados que en potencia podrían ser abusados, pero la realidad es que esas reglas del juego aplican para un poco antes de la Revolución Industrial… no de La Revolución Horizontal. También es cierto que la población tejido social y condiciones son completamente otras.
Lo que nos queda es una pobre realidad jurídica, que perpetúa las relaciones de empleador/empleado y no produce en lo más mínimo un terreno fértil sobre el cual crezca un ecosistema de emprendedores más sano y robusto… con mucho más de dos IPO’S tecnológicos (sin demeritar ni un segundo a MELI y GLOB), que es lo único que nos representa como región en el verdadero escenario de finanzas Mundial. No jodan, somos 10 países claves, dos casos de éxito de ese calibre es una aprobación muy mala de resultados.
Lo que queda claro, es que el que emprende y sobrevive en nuestros países – “hasta corre el peligro de hacerse millonario”– como hubiera dicho mi abuelo. Yo quiero una LATAM mucho más llena de emprendedores que de empleados, veo el momento y la apertura, ¿será que ahora si nos animamos todos hacer el startup de nuestras vidas?
Empréndete.
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