Al terminar mi primera conferencia de ¡Empréndete! hace ya casi dos meses en las instalaciones de Imagen Pública, tuvimos un intercambio realmente divertido con la audiencia (Q&A), llevaba unas cinco preguntas contestadas “exitosamente” cuando de la nada llegó esta:
– “¿Qué haces cuándo tu jefe o cliente te pide hacer algo que va en contra de lo que piensas es correcto?” –
En su momento creo no haber dado una respuesta satisfactoria, recuerdo haber contestado algo en las líneas de, – “…todos a veces hacemos cosas que no queremos hacer…”– ; pero en verdad eso no es suficiente para esta era Horizontal en la que vivimos. Y para sacarme la espina, a ti que estuviste ahí y me lo preguntaste, te escribo las siguientes líneas que espero leas unas semanas después de haber escuchado este show.
La respuesta en corto es: no hagas nada contrario a lo que crees y respetas.
Claro que para hacerlo tienes que estar convencido de ti, de lo que vales y con completa claridad de que al negarte a obedecer una orden de tu superior directo, este se reserva a tomar medidas “disciplinarias” que sin lugar a duda tendrán consecuencias en tu vida profesional… y personal. Estoy convencido de que un buen líder puede tomar acciones ante una negativa de cualquier subordinado, pero sólo una persona con verdadera convicción de dar el ejemplo correcto entenderá dicha negación y respetará al emisor; aunque el primero tenga a veces que reprimir si desea seguir manteniendo la cohesión el grupo (para bien y para mal).
Con esto, por favor no tomen armas morales para rechazar a su jefe en el próximo mandato de guerra, mejor piensen si su coherencia, trabajo y dedicación respaldarán sus ideales cuando estos sean confrontados. Solo un empleado con este nivel de sincronía entre lo que dice, hace y piensa logrará permear positivamente de entendimiento en el momento que se vea obligado a declinar en una comanda.
Después de más de 20 años de vida profesional se los digo, no hay dinero, poder o promesas que compensen por traicionar tus más preciados valores y creencias; y para ser honesto me arrepiento de muchos más “sí” laburando, que de negativas con consecuencias a mi bolsillo y paz mental. Claro, también puedo ver mejor que nunca mis terquedades y contrastarlas con esos momentos de verdadero valor al sacar el pecho; son muchas las batalles Pírricas ganadas y perdidas sin algún sentido de fondo real.
Ahí lo tienes mi querido asistente, si alguien te pide sacrificar tus mejores estructuras tejidas, esas que llevas cuidando desde hace años…esas que te daría pena contarle a tu hijo que aceptaste destruir por seguridad o dinero…entonces si tienes que decir: yo no puedo hacer esto.
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