Hace una década, la vida promedio de una compañía era de 67 años, en los cuales, la marca no tenía que hacer grandes cambios para seguir vigente en el mercado. Las cosas eran “más sencillas” y las empresas tenían mayor ‘poder’ sobre sus consumidores.
Con la llegada del internet, las reglas cambiaron. Las redes sociales, la proliferación de smartphones y las nuevas tecnologías han hecho que las empresas que aún no han dado el paso hacia a lo digital se vuelvan obsoletas. Prueba de ello es que el promedio de vida de las compañías es actualmente de 15 años, y se estima que en 10 años, el 40% de las compañías no existirán más, al menos como las conocemos.
La tecnología se está democratizando y cada día es más accesible para el consumo masivo. Desde la empresa más pequeña hasta las grandes marcas, tienen a su disposición las herramientas necesarias para dar inicio a sus estrategias digitales.
Estamos en un momento disruptivo que está cambiando la manera en la que vivimos. Si bien aún existe una gran resistencia al cambio, la generación de una nueva cultura digital que se expande en todos los aspectos de nuestras vidas nos obliga a evolucionar. Las reglas cambiaron y lo que muchas empresas no han acabado de aceptar es que ahora el poder está en manos de los usuarios. La Revolución Horizontal ha llegado y ha dado paso a un consumidor digital informado y exigente.
Mientras algunas empresas han comenzado a adoptar cambios para sobrevivir a la Era Digital, otras han decidido marcar la pauta innovando para crear un nuevo mercado, tal es el caso de: Airbnb, Uber e Instagram entre muchos otras.
De la misma manera en la que hace un par de décadas ser dueño de un celular era todo un lujo, hoy en día, la democratización de esa misma tecnología ha logrado hacerla accesible y asequible casi para todo el mundo.
Todo comienza a digitalizarse. Ahora nuestros datos se encuentran en la nube, donde podemos acceder a ellos desde cualquier lugar y momento con un clic. La tecnología no nos ha dejado acabar de parpadear cuando ya existe una nueva necesidad y un App o wearable para satisfacerla. La sociedad evoluciona de manera vertiginosa y muchas empresas son incapaces de seguir el paso. Sobrevivir al darwinismo digital es el reto, y sólo los negocios que desarrollen productos innovadores y realmente escuchen las necesidades de sus consumidores tendrán una ventaja competitiva frente a las empresas que aún no han abrazado el cambio. La sentencia de Darwin es la misma para la era digital: adaptarse o desaparecer.
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