La tecnología nos ha cambiado la vida y hoy juega un papel muy importante en el desarrollo de nuevas metodologías, aparatos y apps para mejorar nuestra salud.
Con la llegada de las impresoras 3D, hemos visto miles de sueños hechos realidad a un costo relativamente, pues las costosas e incómodas prótesis han sido sustituidas por impresiones a la medida de sus usuarios con diseños más ergonómicos y estéticos, que además de ser completamente funcionales logran crear usuarios emocionalmente más sanos.
Por otro lado, el poder de la nanotecnología ha llegado para quedarse y entrar en nuestras vidas por medio de distintas aplicaciones hacia esta tecnología, ya sea trabajando en una forma coordinada para realizar tareas a nivel microscópico como en el ámbito de la medicina.
Los nanobots han abierto una nueva ventana de oportunidad que promete atacar con efectividad enfermedades que hasta hoy parecen incurables. Además, se pueden programar para atacar solamente a las células enfermas o malignas.
Según un estudio de Accenture, el uso de apps y wearables relacionados con el monitoreo de la salud se ha duplicado en los últimos dos años.
Los consumidores comienzan a tomar conciencia de su estado físico y utilizan la tecnología a su favor para el control de su propia salud. Existen diferentes apps que nos ayudan a crear y monitorear rutinas de ejercicio, ritmo cardiaco, hasta para regular la ingesta de calorías y nuestros patrones de sueño.
Aquellos que usan apps de salud en sus smartphones han pasado de 16% en 2014 a 33% para este año
Las herramientas digitales están ayudando a los doctores a llevar un mejor control de sus pacientes y su historial clínico. Asimismo está capacitando a los pacientes para tomar el control de su salud.
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