La Transformación Digital y el gobierno, o la política, es una relación que aun en 2022 no es tan evidente.
Y es que aunque ha tocado todos los sectores de la empresa, la interrogante sobre cómo afectaría a la política y la vida pública se mantiene en la gran psique colectiva.
Sabemos está cambiando nuestra forma de vivir, por lo que es natural pensar que debería haber también un cambio por la relación de Transformación Digital y el gobierno.
O al menos, sabemos que este fenómeno debería cambiar la forma de hacer política y de gobernar.
Hay áreas donde la transformación digital ya está cambiando no sólo el funcionamiento del gobierno y la política, sino también la forma en que la gente piensa y se relaciona con dichos entes.
¿Cómo está cambiando la relación de transformación digital y el gobierno nuestra forma de vivir y la forma como pensamos en nuestros gobiernos?
TRANSFORMACIÓN DIGITAL Y EL GOBIERNO: LA MAREA ESTÁ CAMBIANDO
En todos los ámbitos de la vida -el trabajo, el juego, la educación, la vida personal, la interacción social-, la tecnología ha desempeñado un papel fundamental en la configuración del funcionamiento de todo.
Y este papel pasó de ser un pasajero a un conductor activo en el que la tecnología está en el centro de la toma de decisiones con oportunidades para que todo el mundo se involucre.
Hoy en día, estamos viendo una creencia cada vez más fuerte de que la tecnología debe utilizarse para cambiar el gobierno y la política y hacerlos más transparentes y cercanos a la gente.
La transformación digital ha revolucionado nuestro mundo. Nos ha acercado como comunidad global y nos ha hecho más poderosos de lo que nunca hemos sido en la historia de la civilización humana.
Somos más fuertes juntos que separados, y la tecnología lo ha hecho posible de una forma que nunca hubiéramos podido imaginar hace tan solo unos años.
Colaboración, crowdfunding, , crowdsourcing, crowdcoding… Estamos encontrando nuevas maneras de pensar la comunidad y colaboración gracias a la tecnología, pero…
LA TECNOLOGÍA ES IMPORTANTE, PERO NO ES EL ÚNICO FACTOR
En la era digital, las organizaciones que tienen una clara comprensión de cuál es su visión y su propósito, son más propensas a prosperar. Esto también debe ser una guía para los gobiernos y las instituciones políticas.
Para mí, transformación digital y el gobierno, así como la política, va más allá de la tecnología. Se trata de crear una nueva forma de que los ciudadanos se relacionen con sus gobiernos, y de que los gobiernos satisfagan las necesidades de sus ciudadanos de forma rentable.
Piensa en la forma en que los ciudadanos interactúan con muchos gobiernos hoy en día. Cuando necesitan información, deben llamar a las oficinas gubernamentales o visitarlas en persona (sí, incluso en medio de una pandemia hay ocasiones en las que la única forma es ir a una oficina).
Cuando las personas quieren participar en el proceso democrático, votan. Y cuando tienen un problema -por ejemplo, un bache en la carretera o una escuela pública que no responde- lo denuncian a los funcionarios del gobierno, que, si responden, a menudo lo hacen tarde o para deslindarse de resolver los problemas.
LAS EMPRESAS LE PONEN EL EJEMPLO A LA POLÍTICA
Pero no es así como la gente interactúa con el sector privado. La gente se conecta a Internet para obtener información: utilizan herramientas online como Google y las redes sociales para obtener respuestas de forma rápida y sencilla.
Utilizan sus smartphones para realizar operaciones bancarias, comprar, jugar, conocer el tiempo y ponerse en contacto con amigos y familiares. Esperan que las empresas les proporcionen un servicio rápido o les den respuestas instantáneas cuando necesitan ayuda; si las empresas no cumplen sus promesas, los consumidores pueden irse rápidamente a otra parte.
En este contexto, resulta útil comprender el significado de la transformación digital y sus implicaciones para las instituciones políticas. Para ello, reflexionemos sobre las definiciones de transformación digital y de administración electrónica que explica un informe del McKinsey Global Institute:
“La transformación digital es la transición hacia un estado en el que las tecnologías digitales están integradas en todos los procesos, funciones y productos empresariales”.
“La administración electrónica tiene como objetivo hacer que las interacciones entre los ciudadanos, las empresas y los administradores públicos sean lo más fluidas posible mediante el uso de la tecnología”.
ALGUNOS PASOS, SIN SER CARRERA COMPLETA
Si bien hay instituciones políticas y gubernamentales que no se limitan a reaccionar o a “abrazar” la revolución digital, sino que se están transformando de verdad, la verdad es que aún la gran mayoría no lo está haciendo, y las que no cambien serán superadas por las que sí lo hagan: así funciona la innovación en la política.
La transformación digital crea una presión para que las organizaciones políticas cambien. La digitalización significa que la competencia es cada vez más intensa, especialmente desde fuera del ámbito político tradicional.
Significa que estamos entrando en un periodo en el que partidos políticos y gobiernos se ven obligados a descentralizar el poder y dar a los ciudadanos la oportunidad de participar en los procesos de toma de decisiones a todos los niveles.
En otras palabras, las instituciones gubernamentales deben reconocer que compiten con otras organizaciones por el apoyo, la atención y la confianza de los ciudadanos. Deben reconocer que existe una demanda global de transparencia y apertura.
Está claro que, aunque los gobiernos seguirán siendo instituciones importantes, también van a tener que cambiar su enfoque si quieren seguir siendo relevantes en la era digital.
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